A nadie le gusta hablar de la muerte | LUIS A FLEITAS COYA

LUIS A FLEITAS COYA
A nadie le gusta hablar de la muerte
Cuatro esquinas

¿PUEDE DECIRSE ADIÓS A UN AMIGO? No lo sabemos con certeza, pero siempre sentimos que nos alumbra y nos ilumina, que vive con nosotros y que su recuerdo nos alegra y nos abriga, como el Alférez, con sus reflexiones certeras, su costado insólito, sus descubrimientos sorprendidos, su risa estentórea; con sus convicciones. Pienso en él y en que nuestras vidas titilan fugazmente en el vasto concierto del universo, y luego se apagan. Queda algo flotando leve, fugazmente, de manera incierta, en el aire del mundo y de las cosas, los recuerdos de los que recuerdan, las pocas cosas que puedan perdurar. Y luego hasta eso titilará y se apagará. A nadie le gusta hablar de la muerte, novela sobre la amistad, el amor y el destino individual en tiempos de dictadura, cuenta una historia que nace durante el último encuentro de dos amigos en el Montevideo de los años oscuros. Luego, la desaparición de uno de ellos y su búsqueda derivan en un recorrido sin tregua penal de la época, marchan a gusto y de la mano con la prepotencia de la justicia militar y la barbarie de los cuarteles. en el que la desidia, la indiferencia y el vil sometimiento de la justicia. Paralelamente, esta es también la crónica de la investigación que realiza Andrea, esposa del amigo desparecido-sin ninguna información ni elementos, salvo su propia voluntad e inteligencia-, a partir de las pistas mínimas logra hurtarle al silencio forzoso que la rodea. Entre ambas peripecias, se entrecruzan el retrato de Montevideo bajo la dictadura, la entrañable descripción de un barrio -Palermo- v sus las vicisitudes de una joven pareja de entonces y, como trasfondo, una amistad construida sobre los mitos de la adolescencia de los años setenta en un pueblo del interior persona l título de la novela sugiere, por encima de las conclusiones afiebradas y los desvaríos que pueden tejerse durante una borrachera de despedida, los grandes temas que sobrevuelan la obra.