Cinematógrafo de letras | Alejandro Ferrari

Alejandro Ferrari
Cinematógrafo de letras
QUIROGA EDICIONES

Terminaba el siglo XIX y el cinematógrafo comenzaba a revolucionar el ocio y los sueños de la sociedad. Aquella invención, que inicialmente buscaba fotografiar el movimiento, se volvió uno de los mayores descubrimientos y se extendió rápidamente a todos los rincones del planeta. Tímidamente al comienzo, decididamente después, se fue generando una fecunda simbiosis entre la literatura y el cine. Géneros y textos ya existentes que se adaptaron pero también nuevos argumentos y guiones fueron el aporte principal del pariente mayor: la literatura y muchos escritores entraron al cine. El cine devolvió la gentileza compartiendo sus técnicas narrativas que podían utilizarse en la creación literaria, pero también proveyó de temas y ambientes: y así el cine entró en las letras. Esta antología presenta algunos de los primeros esfuerzos latinoamericanos en la época del cine silente que tomaron la pantalla y su magia como tema de sus narraciones. En ellos podemos aun percibir las pulsaciones que aquella «alucinación en blanco y negro» aumentaba -según la expresión de Horacio Quiroga, uno de aquellos alucinados-, en aquella sala oscura que estimulaba (y continúa estimulando) la fantasía.