Ese lejos tan cerca. Julio C. da Rosa en su viva aldea | LUIS MARCELO PÉREZ

LUIS MARCELO PÉREZ
Ese lejos tan cerca. Julio C. da Rosa en su viva aldea
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Ha pasado muchas veces, hubo protagonistas en el escenario cultural uruguayo que en su momento acapararon una gran atención por el valor de su obra hasta que paulatinamente su presencia empezó a debilitarse de modo tal que rozó el olvido. De alguna manera, el nombre del escritor Julio César da Rosa es, como el de tantos otros intelectuales, un ejemplo de lo anterior. Hombre de pensamiento y de acción dejó una larga producción literaria que se sumó a otras numerosas actividades. El niño nacido en el ambiente rural de Treinta y Tres, enamorado de su terruño se convertiría en activista estudiantil, en diputado, en hombre de radio y de la educación, en prologuista, en jerarca de la Dirección de Espectáculos Públicos y de la de Cultura de la Intendencia de Montevideo, en Presidente de la Academia Nacional de Letras y hasta en el impulsor del Festival del Olimar. Una abarcadora trayectoria que no lo llevó a olvidarse de sus queridas raíces familiares ni de las necesidades de los desamparados. Enriqueció la llamada literatura criollista -en ciertos momentos mirada con desdéncon títulos de gran repercusión, incluso con algún libro que se volvió clásico en la narrativa para niños. Afortunadamente, como antes lo hizo con Andrés Castillo, el inquieto Luis Marcelo Pérez apuntó bien al elegir el nombre de Da Rosa, ofreciendo a las últimas generaciones la posibilidad de conocer cabalmente los multiples caminos andados por un hombre incansable que contribuyo a la mejor literatura del país y que en otros terrenos se movió con igual acierto.